Ostetomias de rodilla
OSTEOTOMÍA DE RODILLA
Una proporción elevada de las personas adultas presentan artrosis de rodilla, la cual es el resultado de un proceso degenerativo o por lesiones previamente sufridas en esta articulación. La artrosis de rodilla produce dolor y limitación funcional. Si bien la artrosis es tratada en estadíos y edades más avanzadas con el reemplazo articular con una prótesis de rodilla, en pacientes entre los 30 y los 60 años la osteotomía de rodilla es una alternativa a tener muy en cuenta.
Una osteotomía de rodilla es un procedimiento quirúrgico que se realiza en pacientes que tienen sólo un compartimiento de su rodilla afectado por artrosis (sobre todo en sus estadíos más iniciales), por lo general en la región medial o interna de la articulación. El objetivo principal de esta cirugía es mejorar la función, disminuir el dolor y retrasar la necesidad de colocar una prótesis. Es decir, busca alargar la vida útil de la articulación. Esto se logra por corregir el eje de la extremidad inferior afectada, desplazando la carga del peso hacia zonas de la rodilla que se encuentran sanas. Así, se aligera el peso que soporta la zona comprometida por la artrosis.
OSTEOTOMÍA DE RODILLA
Una proporción elevada de las personas adultas presentan artrosis de rodilla, la cual es el resultado de un proceso degenerativo o por lesiones previamente sufridas en esta articulación. La artrosis de rodilla produce dolor y limitación funcional. Si bien la artrosis es tratada en estadíos y edades más avanzadas con el reemplazo articular con una prótesis de rodilla, en pacientes entre los 30 y los 60 años la osteotomía de rodilla es una alternativa a tener muy en cuenta.
Una osteotomía de rodilla es un procedimiento quirúrgico que se realiza en pacientes que tienen sólo un compartimiento de su rodilla afectado por artrosis (sobre todo en sus estadíos más iniciales), por lo general en la región medial o interna de la articulación. El objetivo principal de esta cirugía es mejorar la función, disminuir el dolor y retrasar la necesidad de colocar una prótesis. Es decir, busca alargar la vida útil de la articulación. Esto se logra por corregir el eje de la extremidad inferior afectada, desplazando la carga del peso hacia zonas de la rodilla que se encuentran sanas. Así, se aligera el peso que soporta la zona comprometida por la artrosis.
La cirugía
Habitualmente se realiza primero una artroscopia para valorar posibles lesiones asociadas y tratarlas en los casos necesarios. Luego procede a realizar la osteotomía en sí, de las cuales hay dos tipos principales que se realizarán dependiendo de la deformidad previa del paciente:
Las más frecuentes son las osteotomías valguizantes de rodilla. Las mismas se realizan a nivel de la tibia. La corrección de la deformidad se puede obtener mediante la adición de una cuña en la zona medial o interna (osteotomía de adición) o mediante la sustracción de una cuña en la zona lateral o externa (osteotomía de sustracción). La indicación de la misma depende de varios factores a tener en cuenta y que su traumatólogo le explicará en consulta. Por lo general, el paciente debe permanecer ingresado entre 2 y 4 días luego de la cirugía para un control apropiado del dolor y el inicio de la rehabilitación.
Después de la cirugía
El día del alta hospitalaria y antes de marcharse a casa, el paciente recibe toda la información necesaria en relación a los cuidados postoperatorios y deja el hospital con una cita a los 10 días aproximadamente, para revisar la herida quirúrgica y retirar los puntos.
Rehabilitación
La principal diferencia desde el punto de vista de la rehabilitación entre los dos tipos de osteotomías principales es que la osteotomía de sustracción permite la carga inmediata de la extremidad, mientras que la osteotomía de adición requiere del uso de muletas por unas 8 semanas para evitar el apoyo de peso sobre la rodilla. Por lo general, en estos casos el paciente puede dejar definitivamente las muletas a los 3 meses desde la cirugía. En los otros aspectos de la rehabilitación, todas las osteotomías buscan el mismo objetivo, como ser la disminución de la inflamación, la recuperación de la movilidad completa de la rodilla con especial énfasis en la extensión y recuperar la fuerza y el tono muscular. La mayoría de los pacientes obtienen una mejoría funcional casi completa entre los 4 y los 6 meses, aunque son esperables progresos adicionales menores hasta el año de la intervención.